Un Paso Hacia la Sanación
En una ceremonia conmovedora celebrada el jueves, la Catedral de Urakami en Nagasaki dio la bienvenida a una nueva campana, llamada “Campana de Esperanza de Santa Kateri”. Símbolo de resiliencia y reconciliación, esta campana reemplaza a la que fue destruida durante el trágico bombardeo atómico del 9 de agosto de 1945. La bendición contó con la participación de más de cien asistentes, encabezados por Peter Michiaki Nakamura, el arzobispo de Nagasaki.
La Pérdida Histórica
La bomba lanzada por EE. UU. cerca de la catedral no solo destrozó una ciudad, sino que también silenció las voces dentro del espacio sagrado. En ese fatídico día, dos sacerdotes y veinticuatro fieles estuvieron entre las más de setenta mil vidas perdidas en Nagasaki. La rendición de Japón siguió, marcando el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Un Viaje de Restauración
El proyecto para restaurar la campana fue iniciado por James Nolan Jr., profundamente conmovido por la historia de Nagasaki e inspirado durante su visita en 2023. Al conocer el pasado de la catedral a través de una conversación con un católico local, Kojiro Moriuchi, Nolan se embarcó en una misión. Nolan recaudó fondos para la creación de la campana, enfatizando un mensaje de esperanza en sus conferencias sobre el bombardeo atómico y la persecución católica histórica en Japón.
Ecos del Pasado
Consciente de la anticipación, Nolan compartió su respuesta emocional al escuchar el primer toque de la campana. “Es más hermosa de lo que jamás imaginé,” comentó, expresando su esperanza de que el sonido de la campana resuene en unidad y paz en un mundo dividido.
Un Legado de Paz
Moriuchi, el narrador de la historia de la campana, tocó suavemente la campana, expresando su gratitud por preservar su legado. Visualiza la Catedral de Urakami como un santuario para los amantes de la paz de todo el mundo, un lugar para reunirse y reflexionar sobre las lecciones de la historia.
Una Conexión Personal con la Historia
La conexión de Nolan con el Proyecto Manhattan, a través de su abuelo, le otorga al proyecto una resonancia personal profunda. Su libro, “Atomic Doctors”, explora las complejidades éticas que enfrentaron los profesionales médicos involucrados en la creación de las bombas atómicas, proporcionando una perspectiva única sobre estas decisiones trascendentales.
La nueva campana se colgará en la catedral en el aniversario del bombardeo, no solo completando la restauración del sitio, sino también, quizás, inspirando un futuro de sanación y unidad. Según Lowell Sun, tales restauraciones nos conectan con nuestro pasado e inspiran esperanza para un futuro unificado.