En un nuevo y audaz enfoque para gestionar las crecientes proyecciones de déficit, el Plan de Salud del Estado de Carolina del Norte, liderado por el Tesorero Brad Briner, está invirtiendo directamente en la salud de sus miembros. Bajo la dirección de Briner, el plan está experimentando un cambio estratégico que podría redefinir cómo los empleados estatales, los jubilados y sus familias interactúan con la atención médica a largo plazo. Este giro podría potencialmente frenar los crecientes costos de atención médica que han acechado las finanzas estatales.
Abordando el déficit inminente
El año pasado, cuando Dale Folwell, el ex tesorero del estado, presentó el pronóstico financiero, fue un llamado de atención. Con el déficit proyectado para alcanzar la asombrosa cifra de mil millones de dólares para 2027, la urgencia de intervenir se hizo evidente. La primera medida de Briner fue aumentar las primas, una decisión que encontró opiniones divididas, pero se consideró necesaria para cerrar la brecha fiscal.
Salud poblacional: Un giro estratégico
El Plan de Salud Estatal, bajo el liderazgo de Tom Friedman, ha evolucionado para abrazar la salud poblacional. Al adaptar intervenciones a grupos con factores ambientales y sociales compartidos, el plan aspira a mejorar los resultados de salud colectivos. Los programas introducidos incluyen “Hello Heart” para el manejo de enfermedades crónicas del corazón, “Hinge Health” para terapia física virtual y “Ventricle Health”, una red de cardiología.
En un panorama donde aproximadamente el 70% de los miembros del plan enfrentan enfermedades crónicas, enfocarse en enfermedades relacionadas con el estilo de vida como la diabetes y la hipertensión se vuelve fundamental. Según North Carolina Health News, este enfoque no se trata solo de tratar enfermedades, sino de invertir de manera sostenible en estilos de vida más saludables.
Enfrentando desafíos de alta importancia
Los datos actuariales revelaron tendencias preocupantes con el aumento de casos de enfermedades crónicas entre los miembros del plan. Con la diabetes y la obesidad alarmantemente prevalentes, las medidas proactivas son innegociables. Las inversiones no solo son en atención médica directa, sino también en instalaciones que evitan el aumento de costos, como centros de cirugía ambulatoria y servicios de telemedicina.
Salud rural: Cerrando la brecha
Se presta especial atención a las áreas rurales donde el acceso a la atención primaria puede ser escaso. Al negociar contratos con proveedores preferidos y promover la telemedicina, el objetivo es acercar la atención médica de primer nivel incluso a las partes más remotas de Carolina del Norte. “Tele-salud mental”, por ejemplo, destaca como un habilitador clave para aquellos que luchan con problemas de salud conductual.
Mirando hacia adelante: Inversión a largo plazo
Mientras que las primas aumentan y algunos empleados estatales expresan frustración, la visión es ahorros a largo plazo a través de mejores métricas de salud. Al fomentar relaciones con proveedores de atención médica más asequibles, el Plan de Salud del Estado apunta a transferir ahorros a sus miembros. Como el nuevo contrato con Lantern que ofrece cirugías a tarifas más bajas que las de Medicare, estas negociaciones marcan un precedente para la atención médica rentable.
Conclusión: El juego a largo plazo
Briner y Friedman subrayan que revertir la marea de las condiciones crónicas de salud es una inversión a largo plazo. Las medidas implementadas tienen como objetivo crear un marco sostenible donde tanto los costos sean controlados como las vidas sean significativamente mejoradas. Este compromiso con la salud no es solo prudencia financiera; es una promesa de una población más sana y feliz.
Según North Carolina Health News, aunque el camino es arduo, el resultado anticipado —un Plan de Salud financieramente estable que apoya comunidades vibrantes y saludables— valdrá la pena el esfuerzo.