En un inquietante ciclo repetido de hostilidades, los ataques aéreos israelíes han vuelto a golpear los suburbios del sur de Beirut, desatando nuevas tensiones en una paz ya frágil. Según Al Jazeera, este es el cuarto incidente de este tipo desde que se negoció el llamado alto el fuego con Hezbolá en noviembre. El momento no podría ser más provocador, ocurriendo justo antes de las festividades musulmanas de Eid al-Adha, y ha dejado a las comunidades en caos.
Una Paz Frágil Hecha Trizas
Los eventos de este jueves comenzaron con el ejército israelí ordenando la evacuación de los vecindarios que aseguran ocultaban instalaciones de drones de Hezbolá. En una escena escalofriante y demasiado familiar, cundió el pánico mientras los residentes de Hadath, Haret Hreik y Burj al-Barajneh buscaban la seguridad. Zeina Khodr de Al Jazeera describió el caos de la evacuación, observando el intenso tráfico y el miedo palpable que se apoderó de las calles evacuadas.
Violaciones y Acusaciones
Las autoridades libanesas acusan a Israel de provocaciones continuas, a pesar del alto el fuego declarado. El presidente Joseph Aoun condenó este último episodio como una “violación flagrante” y pidió intervenciones internacionales, particularmente de aliados como los Estados Unidos y Francia. El primer ministro libanés Nawaf Salam reiteró estos sentimientos, instando al mundo a responsabilizar a Israel por estas acciones agresivas.
Perspectivas Locales e Implicaciones Globales
Los ataques han reavivado intensos debates sobre la dinámica de poder regional. El analista Rami Khouri destacó la dependencia histórica de Israel en el poder militar para reprimir la oposición, una estrategia que genera disidencia en lugar de sumisión. Mientras tanto, el Ministro de Defensa israelí, Israel Katz, reforzó su posición, defendiendo sus acciones como medidas necesarias para frenar la influencia de Hezbolá, justificando implícitamente su negativa a ceder a pesar de las críticas internacionales.
Tensiones Encendidas
En otros lugares, en las aldeas del sur del Líbano como Ain Qana, las interrupciones continuaron con ataques similares. La tensión se elevó, especialmente cuando las evacuaciones y los “ataques de advertencia” vaciaron estas áreas de civiles preparados para las festividades. Las familias se enfrentaron al inquietante hábito de vivir bajo amenaza.
Mientras Beirut lidia con estas últimas hostilidades, la comunidad internacional observa de cerca. Los repetidos conflictos que estallan no solo amenazan la estabilidad local, sino que también presentan un drama matizado y en desarrollo en el escenario mundial. Las afirmaciones calculadas de Israel y los llamados de justicia del Líbano reflejan la perenne complejidad de la geopolítica de Oriente Medio.