Según la ONU y la Organización Meteorológica Mundial, se espera que 2025 esté entre los años más calurosos jamás registrados. El Medio Oriente, a pesar de sus modestas contribuciones a las emisiones globales, está lidiando de manera desproporcionada con esta creciente crisis climática. Con la COP30 establecida en Belém, Brasil, el llamado a la acción nunca ha sido más urgente.

Envuelto por las Temperaturas en Aumento

Actualmente, las temperaturas en muchas partes del Medio Oriente superan los 50°C, una tendencia aterradora que se prevé lleve a temperaturas de “bulbo húmedo” más allá de la resistencia humana. La región se está calentando casi el doble de rápido que la media global, en gran parte debido a su vulnerabilidad ecológica.

Según Arab News, las redes eléctricas ya sobrecargadas y las comunidades rurales podrían ser llevadas al límite para mediados de siglo. En países como Irak y Siria, la disminución de los flujos de los ríos y la feroz competencia por los recursos agravan aún más los problemas de la región.

Escasez de Agua y Declive Agrícola

El Medio Oriente enfrenta niveles críticos de escasez de agua. Fuentes de agua importantes como el Tigris y el Éufrates están perdiendo su caudal, desencadenando una crisis agrícola. Las comunidades agrícolas se ven obligadas a migrar y ecosistemas enteros están amenazados. La disminución de la disponibilidad de agua no solo afecta el suministro energético, sino que también agita las tensiones geopolíticas.

“La COP30 debe tratar sobre los estados que hacen transformaciones estructurales en lo que respecta al cambio climático,” plantea el Dr. Majid Rafizadeh. Esto enfatiza la necesidad de que la cumbre elabore políticas accionables que enfrenten estos desafíos multifacéticos directamente.

La Dimensión Humana de la Crisis Climática

El impacto se extiende mucho más allá del estrés ambiental. Es una crisis humanitaria en ciernes. Las poblaciones pobres, refugiados y trabajadores soportan la peor parte debido a la falta de refugio o acceso a la atención médica. Desde Yemen hasta Jordania, las tensiones climáticas amplifican los conflictos existentes y las disparidades de recursos.

Tecnología y Apoyo Financiero: Una Necesidad

Se necesita una acción climática sólida. Es esencial el apoyo para la financiación de la adaptación y la transferencia de tecnología para que el Medio Oriente implemente prácticas sostenibles. Las tecnologías bajas en carbono y la energía renovable deben estar al alcance de estas naciones para prosperar en medio de adversidades ambientales.

Soluciones Colaborativas para la Resiliencia a Largo Plazo

La colaboración es clave para la resiliencia. El Medio Oriente necesita asociaciones estratégicas para gestionar los recursos hídricos compartidos, como la cuenca del Tigris-Éufrates. Además, apoyar soluciones basadas en la naturaleza puede mitigar significativamente la desertificación, crucial para la sostenibilidad de la región.

El Urgente Llamado de la COP30

En esencia, la COP30 representa no solo otra reunión sino un punto crucial para la justicia climática. Las naciones industrializadas, que históricamente se han beneficiado de los combustibles fósiles, tienen una obligación moral de asistir al Medio Oriente. Las acciones tomadas ahora resonarán en el tiempo, determinando la futura estabilidad de la región, y por extensión, del mundo.

Mientras nos encontramos al borde del desastre climático, la imperiosa necesidad de unidad global, innovación y justicia nunca ha sido tan clara en la COP30.