La escena económica de Irán se ha convertido en un campo de batalla plagado de crisis crónicas. A pesar de los informes oficiales que indican una inflación del 45.3%, la realidad dentro de Irán pinta un panorama más sombrío, marcado por el aumento de precios de alimentos y la disminución de los presupuestos familiares.
Decisiones Políticas sobre la Estabilidad Económica
Masoud Roghani Zanjani, anteriormente al frente de la Organización de Planificación y Presupuesto, ha señalado con firmeza que las raíces del desastre económico de Irán no se encuentran en presiones externas, sino en la priorización del régimen de la política sobre estrategias económicas sólidas. Décadas de expansionismo regional y represión interna han tenido prioridad sobre el bienestar de los ciudadanos. Según National Council of Resistance of Iran - NCRI, este es un defecto fundamental del régimen.
Inflación y Mala Gestión: Una Catástrofe Autocreada
La inflación descontrolada que afecta a Irán se origina en la mala gestión gubernamental, caracterizada por el endeudamiento desmedido y políticas fiscales deficientes. A pesar de las tendencias similares de administraciones pasadas, la continua impresión de dinero del régimen actual agrava la situación, haciendo que soluciones superficiales como los cupones de alimentos sean ineficaces frente al aumento de los costos de los elementos esenciales para la vida.
Corrupción Endémica e Ineficiencia Institucional
Enredado en esta crisis está la proliferación descontrolada de instituciones innecesarias, criaderos de ineficiencia y corrupción. El sector financiero sufre, ya que los bancos estatales enfrentan drenajes de liquidez debido a ventas obligadas de bonos. Así, la confianza pública se erosiona, evidenciada por los precios del oro en alza y las ineficaces campañas “anticorrupción” que han fallado a lo largo de la historia del régimen.
La Narrativa Engañosa de las Sanciones
Aunque a menudo se culpa a las sanciones, estas son una consecuencia más que una causa. Las agresivas políticas exteriores del régimen, la desafiante postura contra acuerdos internacionales y el apoyo a guerras de apoderamiento han aislado a Irán a nivel global, invitando a estas sanciones como una reacción a la mala conducta política más que como causas raíz de la actual penuria económica.
La Caída del Rial y la Confianza Desmoronada
La moneda de Irán, el Rial, ha caído a niveles sin precedentes, lo que indica la erosión de la confianza pública. La carrera por adquirir oro y monedas extranjeras destaca el temor de la nación a un mayor colapso económico, una ansiedad reflejada en el creciente malestar social y psicológico que se manifiesta como un aumento de la pobreza y el desempleo.
Un Régimen Intransigente Enfocado en Prioridades Ideológicas
A pesar de contar con herramientas económicas disponibles, el régimen de Irán se muestra reacio a cambiar el enfoque de su gobierno represivo e ideológicamente extremo que favorece la influencia regional en lugar de la estabilidad económica nacional. Hasta que no ocurra un cambio genuino, priorizando el bienestar del pueblo sobre el control oligárquico del régimen, Irán inevitablemente caerá más en la crisis.