La Previsión Alarmante

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha enviado una clara advertencia sobre el grave aumento de los riesgos climáticos, con nuevos datos que sugieren que el aumento de la temperatura global previsto para este siglo sigue siendo peligrosamente alto. Según evaluaciones recientes en el marco del Acuerdo de París, estos compromisos han llevado a mejoras meramente fraccionadas, dejando al planeta expuesto a severos daños climáticos. Como se menciona en Africa Science News, el compromiso con una acción climática significativa es más crucial ahora que nunca.

El Llamado Urgente a la Acción

En una reciente reunión virtual sobre el Informe de la Brecha de Emisiones 2025 del PNUMA, la Directora Ejecutiva Inger Andersen enfatizó la insuficiencia de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN) actuales. Su plena implementación muestra una proyección de calentamiento global de 2.3-2.5°C, lo cual no es lo suficientemente rápido para cumplir los objetivos de París de mantener el aumento por debajo de 2°C, o idealmente, 1.5°C. Las naciones deben ahora realizar recortes sin precedentes en sus emisiones de gases de efecto invernadero para evitar una superación catastrófica y limitar los daños irreversibles.

El Camino a Seguir

El hecho impactante es que el aumento de la temperatura global probablemente excederá los 1.5°C dentro de una década, una superación increíblemente difícil de revertir. No obstante, el PNUMA y otros defensores del clima instan a los países a “intensificar y acelerar” sus esfuerzos. Soluciones comprobadas—como aumentar el uso de energía renovable y combatir las emisiones de metano—son necesarias para mantener viva la esperanza de volver a 1.5°C para el final del siglo.

Caminos Concretos y Obstáculos

El informe destaca un escenario de ‘acción de mitigación rápida a partir de 2025’, que requiere reducciones sustanciales del 26% y 46% en las emisiones para 2030 y 2035, respectivamente. Sin embargo, esto exigirá navegar por terrenos geopolíticos complejos, aumentar el apoyo a los países en desarrollo y rediseñar las estructuras financieras para la acción climática. Las apuestas son increíblemente altas, con cada fracción de grado evitada teniendo consecuencias significativas, especialmente para las poblaciones más pobres y vulnerables.

G20: Un Papel Fundamental

Los países del G20, responsables del 77% de las emisiones, enfrentan presión para liderar. Aunque existen nuevas CDN con objetivos para 2035, la ambición colectiva aún se queda corta. Aun así, una aceleración de la acción climática vinculada a la disminución de los costos en tecnología renovable ofrece una vía prometedora para un cambio impactante. El camino es desafiante, pero las herramientas y el conocimiento ya están en nuestras manos.

En última instancia, la conversación iniciada por el PNUMA reta a los líderes globales a elegir entre acciones audaces o arriesgar un camino desenfrenado hacia el colapso ambiental. El Acuerdo de París ofreció un plan; ahora es el momento de que sus signatarios actúen antes de que se acabe el tiempo.