Cuando Napoleón Bonaparte fijó su mirada en Rusia en 1812, confiaba en el poderío de su ejército colosal; poco sabía que la verdadera amenaza residía en los más pequeños de los adversarios: los microbios. Un estudio innovador ha sacado a la luz las dos devastadoras enfermedades que debilitaron severamente a la Grande Armée, conduciendo a su catastrófico declive.
Revelando al Enemigo Microbiano
Investigadores, utilizando ADN extraído de los restos dentales de las tropas que perecieron durante la angustiosa retirada, han iluminado las enfermedades que aquejaron a las fuerzas de Napoleón. Aunque durante mucho tiempo se creyó que el tifus era el principal culpable, científicos como Nicolás Rascovan del Institut Pasteur confirman nuevos hallazgos que muestran dos patógenos previamente no documentados.
Desglosando el ADN: La Técnica
El equipo de Rascovan empleó un método de última generación conocido como secuenciación de escopeta para descifrar el ADN antiguo. Según esta investigación, la Salmonella enterica lideró la carga junto con Borrelia recurrentis, responsables de causar fiebre paratifoidea y fiebre recurrente, respectivamente. Estas enfermedades prosperaron en las duras y antihigiénicas condiciones que enfrentaron los soldados de Napoleón.
Una Epidemia Histórica Descubierta
Relatos históricos describen mucho tiempo los síntomas implacables experimentados por las tropas, caracterizados por fiebre y diarrea, lo cual se alinea perfectamente con los resultados del estudio. Además del clima implacable y el cansancio, estas enfermedades infecciosas jugaron un papel crítico en las bajas masivas que sufrió el ejército de Napoleón.
Revaluando la Historia
A diferencia de estudios anteriores que detectaron rastros de tifus, esta nueva investigación amplía nuestra comprensión de la multitud de patógenos que afligieron a estos soldados. Rascovan enfatiza que encontrar múltiples patógenos proporciona una visión más clara del panorama infeccioso que devastó la Grande Armée.
El Enemigo Invisible
Casi 300,000 hombres sucumbieron durante la desafortunada campaña de Napoleón. Esta revelación de ADN sirve como un recordatorio contundente de que incluso los ejércitos más formidables pueden ser deshechos por las fuerzas invisibles de la naturaleza. Según NBC News, la fusión de registros históricos y la ciencia moderna continúa desentrañando la compleja narrativa de uno de los desastres militares más infames de la historia.
Un emperador puede orquestar conquistas estratégicas por toda Europa, pero son los adversarios silenciosos y microscópicos los que pueden dictar el resultado. La historia resuena con el relato de la derrota de Napoleón: un testimonio formidable del poder perdurable de la naturaleza.